Hacer caminatas es un verdadero placer… pero también un reto si no se toman las precauciones adecuadas.
El calor: un enemigo silencioso
Cuando las temperaturas suben, el cuerpo trabaja más para mantenerse fresco. Esto puede provocar deshidratación, agotamiento o incluso golpes de calor si no actuamos con prevención. Caminar bajo el sol intenso sin la preparación adecuada puede transformar una actividad saludable en un riesgo para nuestra salud.
Hidratación: tu mejor aliada
Beber agua antes, durante y después de la caminata es fundamental. No esperes a tener sed. Llevar una botella reutilizable contigo es una excelente manera de mantenerte hidratado, sobre todo en rutas donde no hay fuentes cercanas. También es aconsejable optar por bebidas con electrolitos si la caminata es prolongada.
Ropa y protección: escudo frente al sol
Elige ropa ligera, de colores claros y que cubra bien la piel. Un sombrero de ala ancha o una gorra son imprescindibles para proteger la cabeza, y no olvides aplicarte protección solar al menos 20 minutos antes de salir. Reaplica si la caminata se alarga, sobre todo si sudas en exceso.
Planifica bien tu ruta
Evita las horas centrales del día (de 12:00 a 17:00). Lo ideal es salir temprano por la mañana o al atardecer, cuando el sol baja su intensidad. Además, informa a alguien de confianza sobre tu recorrido, especialmente si vas solo o a zonas poco transitadas.
Escucha a tu cuerpo
Si notas mareos, fatiga, piel enrojecida o dificultad para respirar, detente, busca sombra y rehidrátate. No subestimes ninguna señal. Muchas veces, los síntomas de un golpe de calor o una bajada de tensión aparecen sin previo aviso.
Alimentación antes y después
Comer algo ligero antes de salir –como fruta o frutos secos– puede darte la energía necesaria sin sentirte pesado. Al terminar, repón energías con una comida equilibrada que incluya agua y sales minerales.
Seguridad siempre
Lleva el móvil cargado, una identificación y, si es posible, algún contacto de emergencia. Un pequeño botiquín con lo básico (tiritas, desinfectante, etc.) también puede ser útil ante pequeñas heridas o rozaduras.
Salir a caminar es una experiencia maravillosa, siempre que se haga con sentido común y buena preparación. Escuchar al cuerpo y respetar el entorno son las mejores garantías para disfrutar cada paso sin sobresaltos.
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